Me complace profundamente presentar, por razón de mi cargo de Director de Informática y Derecho – Revista Iberoamericana de Derecho Informático -  la digitalización de todos sus números  por el  Instituto Chileno de Derecho y Tecnologías, a través de su Presidente D. Carlos Reusser Monsálvez al que debemos agradecer, y agradezco, su trabajo para  que todos podamos consultar, gratuitamente, su contenido de forma digital y evitar que, si alguna vez desapareciesen los números en papel, lo podamos tener en formato digital y en la red, a fin de que nunca se nos pierda el trabajo hecho.

Ante todo ello resalta más aún la modestia de estas líneas, que tienen el inmerecido honor de ser presentación y anuncio de ese brillante conjunto de ponencias y comunicaciones que constituyen el cuerpo  de Informática y Derecho (Revista Iberoamericana de Derecho Informático), en el que juristas e informáticos iberoamericanos, de ambos hemisferio, exponen y comparten sus realizaciones y sus ilusiones.

En España, durante muchos años, de forma similar a como venía sucediendo  en otros países, el mundo del derecho estuvo alejado del fenómeno informático con la honrosa excepción de unos pocos expertos juristas, que desde un principio comprendieron la importancia de éste y la necesidad de que el Derecho lo tratase de forma diferente.

Ante esta situación la UNED de Mérida se convirtió en un foco de reflexión y estudio y para ello convocó, desde 1981 a 2001,  a los mejores expertos, a numerosas jornadas, cursos, seminarios y congresos de carácter nacional  o internacional y fundamentalmente latinoamericanos para aunar Derecho e informática, promover y editar las publicaciones adecuadas para el cumplimiento de sus fines.

Fruto de esos encuentros vio la luz en 1992, en la UNED de Mérida, el  primer número  de  Informática y Derecho - Revista Iberoamericana de Derecho Informático-   con unos fines concretos: servir de órgano impulsor de la   investigación y estudio de todas las incidencias que se produzcan en el campo del derecho con la evolución de la tecnología informática e  intercambio y difusión de las mismas.

Informática y Derecho tiene la importancia de haber sido la primera publicación periódica, de habla castellana, en Derecho Informático, con 7549 páginas impresas, en 34 números,  en la que han participado los mejores  expertos iberoamericanos, que la utilizaron para publicar sus investigaciones, en su docencia y sobre todo como lugar de encuentro para debatir los temas que en cada momento  eran de actualidad  en el mundo del derecho y la informática  y que ayudaron a los operadores del Derecho  a construir  bases firmes para el desarrollo del Derecho emergente.

Sin duda, esta publicación enriquece  y actualiza  la investigación sobre la materia e incide  sobre temas de la más rabiosa actualidad.

Informática y Derecho  abrió sus puertas y sirvió de revulsivo para que muchos iberoamericanos y universidades se diesen cuenta de la necesidad imperiosa de entrar en el estudio, investigación y docencia de esta nueva realidad de la informática y el Derecho.

A titulo personal, como Director de la misma, me lleno de satisfacción al haber convocado, en torno a ella, a los mejores ponentes, los más competentes y capacitados profesionalmente, para compartir los días de estudio y de trabajo, debatiendo los documentos presentados y dando la visión más experta sobre la materia, al contar con el apoyo de los mejores especialistas llegados de las más prestigiosas instituciones, empresas públicas y privadas, multinacionales, doctores, profesores, miembros y catedráticos de las más reconocidas Universidades.

Fueron, sin duda, esos tiempo muy diferentes a los actuales pero el recuerdo de esa etapa es, sin embargo, entrañable para mi, porque, el balance de aquellos años no pudo ser más positivo: no perdí ningún amigo en la aventura y gané, en cambio, muchos nuevos y, en último término, nada hay en la vida más importante que la amistad y el afecto de las personas con las que hemos de convivir.

De esas relaciones profesionales, nacieron muchas amistades y podemos decir que la inmensa mayoría hoy son mis amigos.

Me enorgullezco  del trabajo realizado pero mucho más por las relaciones humanas que, en torno, a la Informática y el Derecho,  hemos generado por toda Iberoamérica donde se ha creado una red  de amistades que con el tiempo no solo perduran sino que se  han ido consolidando y aumentando.

Y ya en un plano más personal, deseo agradecer profundamente la colaboración que me prestaron las instituciones y sus representantes pero fundamentalmente  a todos los  que enriquecieron  con sus aportes y asistencia.

Concluiremos, haciéndome  eco del sentir general de todos ellos, deseo expresar nuestra enorme satisfacción por haber podido participar, durante esos años, en un proyecto extraordinariamente ilusionante, con la esperanza de haber contribuido, en alguna medida, a hacer esta publicación, desde Mérida (España) para toda Iberoamérica, de la que todos podamos sentirnos legítimamente orgullosos

 Gracias a todos por vuestra ayuda y amistad.

Contacto

Si encontrare algún error o inconsistencia en la revista debemos informarle que, lamentablemente, este proyecto carece ya de soporte, pues corresponde a una iniciativa del año 2012. Sin embargo, existe una segunda época de la revista iberoamericana de Informática y Derecho, cuyos textos puede encontrar en el siguiente enlace.