En abril pasado, en un Simposio realizado en San José de Costa Rica sobre Redes Sociales y Derecho, el organizador me presentó como “Carlos Reusser, padre joven del Derecho Informático en Chile”.
Enrojecí con una mezcla de pudor, risa y vergüenza, pues lo consideré una denominación entre desmedida y cómica, ya que de joven no me queda ni el espíritu y de “padre” de una disciplina jurídica, más encima en una especie de embarazo adolescente…
Más tarde me puse a pensar qué cosas podían haber llevado a Juan Diego Castro (en la foto), a quien no conocía personalmente, a llamarme de esa manera.
Claramente no soy el pionero en la materia en Chile, pues ello es mérito de los Sres. Hajna, Lagreze y Muñoz en 1989, ni tampoco el autor más sólido en el área, como si lo es Ruperto Pinochet Olave, ni el más destacado de los docentes, como Lorena Donoso Abarca, entonces, ¿por qué sería yo el “padre joven”? (que si, que si, que hay varios otras personas dignas de mención, pero es que no estoy haciendo un listado).
Si desentraño un poco el asunto, lo de “joven” es una cuestión generacional: quien me asignó el mote se interesaba en temáticas de informática jurídica cuando yo tenía 10 años (1984), en cambio quien escribe se incorporó a un centro de informática jurídica recién en 1996, cuando era estudiante de pregrado de Derecho. Leer más