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Sobre por qué no es ilegal que los correos de Ezzati y Errázuriz sean publicados

En los últimos días ha tenido gran impacto la publicación por el diario “El Mostrador” del contenido de los correos electrónicos cruzados entre dos Cardenales de la Iglesia Católica chilena.

Como es de público conocimiento en ellos se coordinan para, a través de un conocido operador político de alto standing, impedir el nombramiento de un sacerdote en un cargo cercano al Gobierno y también acuerdan hacer lobby en Roma para evitar que un chileno víctima de abusos sexuales integre la Comisión Pontificia de Prevención de Abusos Sexuales. El pack incluía también descalificaciones personales surtidas para quienes consideran enemigos de su particular visión de la Iglesia. Leer más

¡Todos contra la gorda!

Hace algunas semanas atrás se desató una fuerte polémica pública cuyo punto de partida fue una campaña muy personal que llevaba adelante un malentretenido joven que, a través de diversos servicios de Internet (twitter, blog, flickr y demás parafernalia digital), se burlaba de la gente obesa haciendo particular escarnio de nuestras gordas.

A los pocos días y a través de una entrevista radial escuché a la Ministra Carolina Schmidt, Directora del Servicio Nacional de la Mujer, diciendo que esta conducta a su entender era un delito por lo que había consultado al estudio jurídico de Pepito Pérez, abogado favorito del Gobierno y que este, especialista en discriminación por ser judío (no dijo exactamente eso, pero si una animalada casi idéntica), sostenía que «había posibilidades».

Evidentemente las «posibilidades» estaban referidas a arrastrar al sujeto a un juicio criminal, multarlo o idealmente llevarlo a la cárcel. Leer más

Ataques informáticos ¿como libertad de expresión?

Hace algún tiempo, en una conversación sostenida con el Prof. Dr. Alejandro Hevia de la Universidad de Chile, este planteó su inquietud sobre la posible criminalización de las personas que participan de movimientos sociales que tienen expresiones en Internet.

Se refería en concreto a las manifestaciones ciudadanas de repudio a la instalación de una mega central hidroeléctrica en el sur de Chile, en la cual activistas de la causa ecológica llamaron públicamente a protestar en contra del sitio web del proyecto (hidroaysen.cl), y la expresión concreta de esta protesta tomó la forma de un ataque distribuido de denegación de servicio (conocido como DDoS o DoS) en que cientos de usuarios de Internet se coordinaron para consultar en forma reiterada y simultanea el sitio web, provocando en definitiva el colapso de su capacidad de respuesta. No es nada más, como lo explica divertidamente Juan Pablo Aqueveque en una editorial escrita para Maestros del Web, que al modesto bar de la esquina que normalmente sirve cerveza a 20 parroquianos, le llega una turba de 400 hinchas de un club de futbol clamando por cerveza: probablemente nadie obtendrá lo que ha pedido.

En principio, este tipo de ataques no son destructivos: la información o servicios no quedan inutilizados, no hay pérdidas o hurtos de datos, no se vulneran los sistemas de información, no se defraudan cajeros electrónicos ni nada semejante. Leer más